jueves, 10 de octubre de 2013

"La muerte de la tierra", de J. H. Rosny


La muerte de la tierra, de J. H. Rosny


Título original: La Mort de la Terre
Autor: J.H.Rosny
Primera edición: 1912.
Género: novela de ciencia ficción.
Edición en castellano:
  • Título: La Muerte de la Tierra.
  • Editorial: El Nadir Ediciones, S.L.
  • Año: 2011.
  • Traducción al castellano: María Inglés.

El autor, J.H.Rosny (pseudónimo de los hermanos Boex: Joseph Henri Honoré y Séraphin Justin François), es más conocido por su obra La Guerra del Fuego, precursora de la llamada novela prehistórica (en la que se basaba la película La Guerre du FeuEn Busca del Fuego, como se la conoce en España–, rodada en 1981 por Jean-Jacques Annaud).

Con la lectura de La Muerte de la Tierra, Rosny (el mayor de los hermanos Boex) nos permite vislumbrar un futuro de ficción ecológica absolutamente crítico en la existencia de la Humanidad en nuestro planeta. Un futuro en el que nuestra raza, a pesar de estar evolucionada, se distribuye por el planeta en pequeñas sociedades desesperanzadas y subyugadas por los elementos. Sin embargo, también un futuro al que en ocasiones nuestros descendientes se enfrentan, perviviendo precariamente gracias a su adaptabilidad y tecnología.

No olvidemos que el escenario sigue siendo ésta nuestra Tierra, pero en territorios indómitos e únicos, amplios y silenciosos, casi fúnebres, con escasez de alimento y una atmósfera enrarecida. La Tierra parece que ha dado la espalda al ser humano, mientras llega la era de los ferromagnetales, el futuro inminente. La piedad, la esperanza y la también la injusticia habían desaparecido de la faz de la Tierra hace mucho tiempo, debido a las catástrofes mundiales que prácticamente exterminaron a la especie.

El panorama futuro descrito por Rosny es desolador para la Humanidad. Ésta, sin embargo, se aferra con esperanza a su inteligencia y tesón contra los movimientos telúricos y la permanente sequía. Esta lucha constante contra los elementos y el destino queda patente en la organización social, en pequeños oasis separados miles de kilómetros, en un magnífico desierto mundial, destinado sin embargo a ser dominado por el reino ferromagnético.

La idea de eutanasia es introducida como una salida común en aquellos últimos hombres cuando entienden la falta definitiva de agua, ese recurso tan escaso y valioso para la vida. A leer esta novela nos asalta el deber de no olvidar que el agua aún hoy, en nuestro mundo civilizado y prepotente, es la fuente vital. Al contrario que los ferromagnetales, nuestros sustitutos en la Tierra, los nuevos moradores del desierto según Rosny, que se alimentan de hierro, incluyendo el de la hemoglobina, cual vampiros.

La pesadumbre y opresión del ambiente creado por el autor es palpable a lo largo de todo el texto. Veremos a nuestros descendientes aquietados y sin carácter. Sólo el protagonista parece no ceder al marasmo mental. Se trata de Targ, el último morador oasita, superviviente de 23.000 millones de individuos: la última y breve llama de esperanza en una especie moralmente anómica desde hace milenios.

Rosny nos lleva a los lectores hasta una frontera apocalíptica, probablemente más en lo moral que en lo estrictamente físico, que es el más que probable futuro de nuestra especie. Intenta hacerlo sin trauma, pero creo que no lo logra, porque esa Última Edad por él fantásticamente creada, nos permite reconocer lo que acabaremos siendo: unos fósiles, sobre los que se abrirán camino nuevos reinos, nueva vida, como ha ocurrido siempre a lo largo de prácticamente toda la historia de la Tierra.


Autor del texto: Eduardo Rebollada Casado

Eduardo Rebollada Casado es lector y crítico aficionado y autor de cuentos cortos. Es columnista en reeditor.com y en 4upress.com, y tiene dos blogs: Geologías de Extremadura Espeleominería.





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